La lechuga romana no es segura para ser consumida en ninguna forma, señaló el CDC en una amplia alerta de salud en respuesta a un nuevo brote de enfermedades causadas por un tipo particularmente peligroso de contaminación por E. coli, que ha infectado a 32 personas en 11 entidades del país.
Los primeros casos fueron detectados el 8 de octubre. Un tercio de los afectados se han registrado en California y el resto en los estados del noreste de la Unión Americana. Hasta el momento no hay fallecidos.
Así dice la alerta del CDC:
“Los consumidores que tengan cualquier tipo de lechuga romana en su hogar no deben comerla y tienen que tirarla, incluso si una parte de ésta ya se comió y nadie se ha enfermado. Si no sabe si la lechuga es romana o si una mezcla de ensalada contiene romana, no la coma y tírela. Lave y desinfecte los cajones o estantes en los refrigeradores donde se almacenó la lechuga romana.”
La entidad precisó que la advertencia incluye todos los tipos o partes de la lechuga romana, como cabezas o corazones de lechuga, así como las bolsas y cajas de lechuga precortada y mezclas de ensaladas que contienen lechuga romana, incluida la mezcla de primavera y la ensalada César.
Los investigadores creen que la lechuga contaminada tiene su origen en alguna granja de Estados Unidos o Canadá, pero todavía no están cerca de la fuente del brote. Por el momento, se prohibe su consumo en todas sus presentaciones.
Con información de Noticieros Televisa.
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